Práctica pre-inicio del nuevo curso

Algunos pokémones son de la creencia de que si no hay escuela tienes todo el tiempo libre para hacer lo que quieras, bueno de hecho sí, pero ese no es el punto. El caso aquí es que si eres un pokémon fighting que disfruta ser de ese tipo y lo que conlleva, no puedes dejar de entrenar porque es un gusto y no una obligación.

Así que, heme aquí. Practicando combate con algunos compañeros tipo ground. Llevamos por lo menos tres horas, y ninguno se ve que quiera dejar de practicar.

Probablemente porque todos somos igual de orgullosos y preferimos desmayarnos antes que admitir cansancio. Definitivamente no voy a ser yo el que pida break.

Pero maaan, siento que acabo de perder tacto en mis dedos del pie. Adiós dedos, fue un placer tenerlos, espero pasen a mejor vida. Al menos aun puedo mover bien los brazos, puedo ponerme a la defensiva si a alguno se le ocurre atacarme a mí, lo cual veo poco probable considerando que NO PODEMOS MOVERNOS. ¿Cómo se eso? Una leída rápida a sus auras y puedo saber que están en peores condiciones que yo.

Veo hacia la derecha… izquierda… que pase algo que interrumpa esta batalla sin fin. ¡Lo que sea!

Por Arceus, ¿Por qué somos un montón de hombres orgullosos con egos sensibles?

Aurora tenía bastante que hacer esa mañana. El semestre estaba por comenzar y todos aquellos que habían salido de la escuela poco a poco estaban regresando. Y claro que dependía de ella el encargarse de que Wieliczka brillara para darles la bienvenida. Por supuesto, ella nunca levantaría ni un dedo para limpiar, pero podía ayudarle a Gustav y recordarle lo que hacía falta.

Con la cabeza en alto y pasos seguros entró al dojo, abriendo las puertas de par en par. El olor a sudor la casi la hace darse la vuelta, pero incluso eso tenía que remediarse.

"Por Arceus, ¿Cúanto tiempo llevan encerrados aquí?" exclamó ella, mirando con disgusto a los hombres que entrenaban en esa área. Obviamente estaban exhaustos y varios parecían solo permanecer de pie a base de pura terquedad. Y probablemente se habían saltado el almuerzo por seguir aquí metidos...

"¡Que desagradable! ¡Juro que si tengo que llamar a Lu para que los saque a todos de la oreja, lo haré""

Al escuchar el nombre de Lu ser mencionado flashbacks “de guerra” me llegaron a la mente. Hay tres cosas muy importantes que uno tiene que saber, en serio, son ley de supervivencia básica al visitar el centro pokémon.

1. Nunca te atiende la enfermera que ruegas que te atienda (por lo menos a mí no, hay muchos bastardos con suerte ahí afuera).

2. Lu trabaja en el centro pokémon, quizás debi haber puesto más atención cuando me dijo esto.

3. No hay que dejarse engañar por el nombre como a mí me paso. Lu no es una mujer enfermera hermosa que te va a llevar a la nube nueve con una sola sonrisa. No. Lu es un Machamp musculoso al que le regale una gorra que decía RUDE. Siiehh… no le agrado mucho.

— ¡Aurora amor de mi vida Reyna de mi corazón! —exclamé con una voltereta exagerada. Pude escuchar algunos suspiros de alegría de mis compañeros, por fin una pausa del combate aunque por la expresión de Aurora apuesto a que ninguno de nosotros va a poder pararse en el Dojo por el resto del día.

Queriendo mantener mi integridad intacta me acerque a uno de los estantes del Dojo para recoger una toalla y limpiarme el sudor. Aurora detesta el sudor, considere pasarme la toalla por el torso, pero nah, ya le estoy haciendo favor suficiente con limpiarme la cara. Deje la toalla reposar en mis hombros y regrese mi atención a la nueva visita.

— ¿A qué debemos la presencia de la hermosa Princesa de las Minas con nosotros simples plebeyos?

Aurora soltó una pequeña risita, cubriendo su boca. "Rey de mi vida, me debí de haber imaginado que tú estarías aquí metido también."

Y, a pesar de que su delicada mano cubría su boca, era fácil de ver en su cara que encontraba el olor que emanaba de aquellos luchadores particularmente desagradable.

"Le estoy ayudando a Gustav a preparar las minas para los nuevos estudiantes, y eso incluye una exhaustiva limpieza de todas las instalaciones, sabes como es él en cuanto a eso." Aurora le dirigió una pequeña sonrisa a uno de los peleadores que dejaba las instalaciones quien la había saludado.

"¿En verdad piensan seguir el entrenamiento?" preguntó, dirigiendose una vez mas a Rey.

"Ahora que lo preguntas..." volteé a ver a mis compañeros de práctica, la mayoria estaba huyendo, intentando verse casuales y fallando en el intento. "Naah, continuaremos mañana a la misma hora" remarque con un tono que todos mis compañeros conocen, no hay excusas porque soy capaz de arrastrarlos si es necesario. Los pocos que quedaban asintieron antes de despedirse y salir.

Guarde las pocas pertenencias deportivas que traje en mi maleta y regrese con Aurora "¿Cuál es el plan my lady? ¿Darle una limpiada al lugar? Despues de todo no queremos que Gustav se moleste porque el lugar no este impecable para la llegada de los nuevos." Lo último lo dije con algo de sarcasmo pues ambos sabemos que Gustav no es el del problema.